Cómo cuido cada foto de tu familia
y por qué pido la cesión de derechos de imagen…
Hoy en día, instalamos aplicaciones en el móvil, abrimos perfiles en redes sociales y aceptamos condiciones sin leerlas. Con un clic, damos permiso para que nuestras fotos y datos viajen por todo el mundo. Sin embargo, cuando hablamos de ceder derechos de imagen para una sesión profesional, muchas familias sienten un freno. Y lo puedo entender.
Como mamá y como fotógrafa, sé que las fotos de nuestros hijos son un tesoro. Por eso quiero contarte por qué te pido esta autorización y cómo la trato con el máximo cuidado y respeto.
¿Qué significa realmente ceder derechos de imagen?
Ceder derechos de imagen no significa perder el control sobre tus fotos ni que puedan usarse de cualquier manera. Significa que me das permiso para mostrar determinadas imágenes, de forma controlada y con un fin muy concreto: enseñar mi trabajo a otras familias.
No cedo ni vendo tus imágenes a terceros. No las uso en contextos que no tengan que ver con la fotografía infantil o familiar. Siempre mantengo el uso en el marco de mi actividad profesional y bajo estándares éticos muy claros.
Por qué es importante para mi trabajo
Cuando buscas fotógrafo o fotógrafa, lo primero que haces es mirar su galería. Si otros padres no me permitieran enseñar sus fotos, probablemente tú no habrías llegado a mi web, y no podrías imaginar cómo será tu sesión.
Compartir imágenes reales ayuda a otras familias a decidir, a inspirarse y a confiar. Es como un escaparate: sin él, todo queda a la imaginación.
Derechos de autor
Cuando me confías una sesión, no solo me entregas un momento de tu vida, también me das la oportunidad de crearlo a través de mi mirada, mi experiencia y mi estilo. Por eso, tal y como recoge la Ley de Propiedad Intelectual, todas las imágenes que realizo tienen mi titularidad y propiedad legal. Entonces la integridad de esas fotos es parte de su esencia: no deberías modificarla, recortarla o alterarla sin mi permiso, porque forman parte de mi obra.
Otra cosa a tener en cuenta es que las fotografías que te entrego son para uso personal: guardarlas como recuerdo, decorar tu hogar, o compartirlas con tu círculo más cercano. Cualquier uso comercial, promocional o de difusión pública (incluidas redes sociales) necesitaría mi consentimiento expreso. Sin embargo, cuando me autorizas a publicarlas podrías publicarlas en redes sociales, tú también.
Mi compromiso con la privacidad
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Cuidado: Cuando publico, hago una selección cuidadosa de las imágenes, por ejemplo las que transmiten ternura y belleza, nunca subo fotos al azar y ni por asomo si pudiesen resultar comprometedoras en algún sentido.
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Control: Las imágenes se usan únicamente en mis canales oficiales (web, redes sociales profesionales, material de marketing).
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Protección de datos: junto a las imágenes no incluyo información personal, como nombre completo o cualquier otro detalle privado.
Gracias a cada familia que me permite mostrar su sesión, puedo inspirar a otras y seguir creando recuerdos únicos. Cuando compartes tus imágenes, no solo enseñas el resultado de una sesión: ayudas a que más padres y madres se animen a guardar para siempre momentos irrepetibles.
Si decides darme tu autorización, me comprometo a cuidar cada foto como si fuera de mi propia familia.
¿Quieres saber más sobre cómo trabajo o ver ejemplos de sesiones?
