Por nuestra parte nos gusta tener toda la información posible acerca de la familia y es indispensable que nos confirméis las personas que vendrán al estudio. Salvo excepciones puntuales serán solo los padres y si va a participar algún hermanito.  Cuando lleguéis estará todo preparado para que la sesión sea un éxito y disfrutéis de una gran experiencia.

Cada recién nacido es único, y nosotros adaptamos la dinámica a él, por eso cada sesión también lo será. Para que os hagáis una idea, normalmente realizamos de 5 a 6 poses principales que vamos eligiendo según las características y estado del bebé con sus variantes o diferentes planos. Lo más habitual son 3 poses en la estructura con los colores que más os gusten, 1 fotografía en soporte especial (cestas, cajones, etc.) y las fotos con la familia. La sesión está planificada para entregar 16 fotografías; si os enamoráis de alguna imagen extra, siempre podéis adquirirla adicionalmente en vuestra galería de selección.

• Comienzo de la sesión.

  
  Cuando llegáis al estudio, os invitamos a sentaros cómodamente en el sofá. Valoramos si el bebé hace una toma y tranquilamente le quitáis la ropita para que se sienta relajado y tranquilo. Mientras tanto, nosotros preparamos el primer set en el puff con el color que hayáis elegido.

  Cuando vemos que el bebé está saciado y relajado, nos lo entregáis arropado en su mantita. Antes de comenzar la sesión, le vamos a realizar una serie de chequeos rutinarios para asegurarnos de que esté en las mejores condiciones y cómodo durante toda la sesión.

• Pose del ovillito.

  
  Nos gusta comenzar la sesión con esta pose, no es indispensable que el bebé esté dormido, y además nos sirve como toma de contacto para ir conociéndolo. En todo momento permanece enroscado dentro de un wrap, lo que le mantiene calentito y protegido, ayudando a que se relaje y, si lo necesita, alcance un sueño profundo.

• Pose Saco de Patatas.

  
  Esta pose, que a nosotros nos encanta, es una técnica ancestral que les aporta seguridad y tranquilidad. Consiste en envolver al bebé con una tela y colocar suavemente sus extremidades de manera que recuerde la posición del vientre materno. Utilizamos dos wraps elásticos para poder ajustar su cuerpo de forma cómoda, y terminamos con una capa superior más estética que combine con el set elegido.

• Poses en la estructura.

  
  En la estructura lo más habitual es que realicemos tres poses, incluyendo diferentes planos y variantes. Como comentábamos antes, elegimos cada pose según el estado y las características del bebé, aplicando nuestra formación en fotografía responsable para garantizar siempre su seguridad y comodidad. Encadenamos las poses de manera que la manipulación del bebé sea la mínima necesaria. Además, variamos los colores y jugamos con distintos complementos —telas, diademas, gorritos y otros detalles— para que cada toma sea única y especial.

• Poses en soporte.

  
  Estas poses requieren generalmente que el bebé esté en un sueño profundo. Si el bebé no llega a dormirse completamente, podemos adaptarlas utilizando otro tipo de soporte mientras permanece envuelto, como en la pose del Saco de Patatas. En algunas ocasiones, cuando tras la envoltura el bebé alcanza un sueño profundo, podeos buscar alguna variante.

Contamos con una gran variedad de soportes —cestas, cajas, cubos, entre otros— y seleccionamos el más adecuado según el tamaño y las características del bebé. Cuando existen varias opciones, siempre os damos la posibilidad de elegir la que más os guste.

En determinados casos, la pose en soporte también puede aprovecharse para incluir a los hermanitos en la fotografía, integrándolos en la escena de manera segura.

• Fotos familiares.

  Casi siempre las dejamos para finalizar, cuando el recién nacido ha completado su parte individual de la sesión. Como papás sabemos lo rápido que pasa el tiempo y cómo cambian nuestros pequeños. Con los recién nacidos, esos cambios son aún más vertiginosos, por eso estas fotos en familia son realmente valiosas.

  Una de las opciones que os damos para esta parte, son los retratos piel con piel. Se trata de un plano medio-alto, de manera que todos tengáis los rostros a la misma altura. Lo habitual es empezar con la mamá, ir incorporando a los demás miembros de la familia y, finalmente, hacer un retrato solo con el papá.

   

Con las fotos del papá suele concluir la sesión. Para nosotros, las imágenes junto a vuestro bebé son las más importantes, pero si preferís que el pequeño tenga todo el protagonismo y las condiciones lo permiten, podemos sustituir estas fotos por otra pose en la estructura o soporte.

Y con esto terminamos la sesión, en unas semanas tendréis la galería de selección.